lunes, 12 de octubre de 2009

SIEMPRE / PODER / OTOÑO

¿Por qué se dice siempre del otoño
que las hojas caen
y se secan
y quedan en el suelo
marrones
claras
oscuras
quedan en el suelo
porque siempre el viento
y sus soplidos
las agoniza

y no

por qué siempre lo mismo
en este pueblo / ciudad
lo mismo
y nunca nada cambia
y siempre
como las hojas
nos quedamos
silenciosos
sin poder decir
ni gritar
o golpear
o renacer de tantos

No, el otoño sos vos
que te secaste en los 80
y me querés dejar huérfano
por no se sabe qué ley natural inamovible

Y lo mismo
siempre lo mismo
del otoño
que se lleva como barriendo
la vida
en este pueblo / ciudad
la vida
que parece como las hojas
sin PODER
nada

Y no
vos te querías ir
y revolcarte
para que después los gusanos
Y yo quedé como el vacío

Siempre en el otoño
te me querés ir
y yo que no puedo
no podía
no
mover
tantas leyes
moverlas o hacerlas
añicos
para que de una vez
no fuere
no
EL PODER
del otoño
siempre

viernes, 2 de octubre de 2009

VI. CLÍNICA


Ningún objeto, ni correlatos ¿objetivos?
La voz hasta el hartazgo

SALIDA

Papi, mami
traigan los almohadones
no se vayan que me duele
má, vení, allá acá traéme
Soy la Adriana, tía
la Adriana
Calléte que no conozco a las adrianas
y decile al pá que no seas loca
Es el Tato
Callála, pa, que dice pavadas
callála
Él la atendía, el Doctor
y así le ha dicho
que tenía no sé qué
sin una radiografía
acá los médicos se reían
porque casi me la mata con semejante diagnóstico
¿vio?
Dejá de dinósticos, pá
y callá a la loca de al lado
que ronca como un sapo desde que la trajeron
Bueno, vieja
tranquila
que es sólo suero y espera

QUIRÓFANO

El Diego se va a caer redondo
apenas vea la cabecita
asomar entre las piernas
va a rodar con su camarita
y van
a tener que agarrarlo
a él
y atenderle un parto de hombre impresionado
Juancito
se llama
y es varón
Y ella entró mirando
con una sonrisa
hubieras visto
y nos decía chistes como si nada
La abuela cómo está
Tarada, tarada
anda caminando por los pasillos de ansiedad

CONSULTORIOS EXTERNOS

Pasó en la silla de ruedas
y nos miró a todos
agigantados los ojos
como diciendo chau
y el Oscar corrió
y lo besó
y después la nona
con su carterita celeste
deshidratada en lágrimas
y después
una puerta que se cierra
tras el enfermero
y entradas y salidas
y horas y horas que todavía no terminan

INTERNACIÓN SECCIÓN A

Desde el domingo que no duermo,
decí que la chica me ayuda
pero yo no puedo pagar para que me cuiden los chicos
y no los puedo dejar solos
Yo pedí tres horas el trabajo hoy
y no me las dieron
y si no le pagamos a alguien
No, no, no
está pasando lo de la otra vez
me dejás a mí con la carga
y no puede ser lo mismo
Tenemos que trabajar
sos vos la que no entiende
No
entiendo demasiado
Porque somos las divinas
porque somos gasolina
gasolina de verdad
Son enfermeras
no vedettes ustedes
Mirá cómo se ríen encima
Y de verdad, se quedó ahí como una planta la viejita
se ríe y llora nomás
por eso está viva

RECEPCIÓN

Nunca algo así pasó, te lo juro
una patética me dijo
y que no iba a firmar, no
porque su doctorcito
le había dicho que ni un peso
Tú, la incondicional
la que no espera nada

la misma que ayer
Ay, sacá eso
Que yo quería alegrarte
La piña que casi me pega
el infeliz,
nunca visto, nunca
un hombre tan inservible
pegarle a una mujer y no querer firmar por nada

ENTRADA

A nosotros nos vio
y a Villa María, nos dijo
Rosario, no, aunque esté la casa de los chicos
porque desde que cerraron el hospital
no queda otra
un recorte, era la época de Menem
y el recorte sin hospital quedamos
y ahora para una mierda sirve
casi me la matan a la vieja
y la dispararon para acá
y la ve
saltando por los pasillos
con los pañales caídos
por los pasillos

y a pura risotada

jueves, 1 de octubre de 2009

Baile (palabras de una Sor Juana del presente)

Que dejés de bailar
quiero
de moverme en la cara
el sexo
y de decirme en la oreja
la respiración a propósito
que dejés de vestirte
de una Salomé_Hombre
delante de luces titilantes
de colores
que dejés de decirme que en Septiembre
el mes nefasto
te cante
tú fuiste mía\o
que dejés
de emanar
el sudor perverso
de una fantasía interrupta
y que
de una vez
dejés de provocarme
no sé si a mí
o a vos mismo.